Durante mucho tiempo utilicé la arcilla polimérica de manera «autodidacta», sin tener las herramientas apropiadas pero buscándome la vida con cosas que tenía por casa… Me dedicaba a hacer muñequitas y cosas que podía modelar con mis propias manos, sin cuchillas, sin máquina de pasta, sin rodillo… Pero la verdad es que cuando descubres lo que se puede hacer con las herramientas adecuadas, la de técnicas que hay por ahí… ya no hay vuelta atrás.
¿Cuáles son los materiales y herramientas para arcilla polimérica indispensables?
Arcilla
Evidentemente si deseas trabajar con arcilla polimérica, el material fundamental es la arcilla. Aquí encontrarás mi opinión sobre las diferentes marcas de arcilla polimérica que puedes encontrar en el mercado.
Si estás empezando, mi consejo es que compres directamente los colores (de la marca que quieras), como si comprases diferentes colores de plastilina. Y, conforme vayas cogiendo práctica y vayas mejorando tus habilidades, te sentirás capaz de crear tus propios colores a partir de los básicos: amarillo, cyan, magenta, blanco y negro y translúcido, según el tipo de pieza que quieras realizar (los de Cernit son una muy buena opción). Mezclando estos colores y aplicando un poco de teoría del color harás tus propias mezclas para cada ocasión y tipo de pieza.
Para conservar la arcilla una vez abierta, lo más útil es guardarla bien envuelta en papel film (o incluso plástico de embalar). Y si cuando vas a utilizar la arcilla está demasiado quebradiza y dura como para trabajarla, el Magic Mix de Cernit es uno de los mejores ablandadores de arcilla (con una o dos gotitas es más que suficiente).
Arcilla líquida
Puede ser Sculpey Líquido, Kato Líquido, Fimo Líquido o incluso Cernit Glue. Da igual la marca porque todas ellas sirven para lo mismo (no obstante, yo prefiero el Kato Líquido porque queda más transparente aunque también he oído hablar muy bien de Cernit Glue). La arcilla líquida se utiliza para unir/pegar arcilla cocida con arcilla cruda. También se puede utilizar para reforzar las uniones de las piezas que son más delicadas… Y también (sobre todo tratándose de Kato Líquido o Cernit Glue) se puede utilizar para dar una capa protectora y brillante a la pieza que estamos realizando si la cocemos con una pistola de calor.
Máquina de pasta
La herramienta imprescindible para acondicionar la arcilla y prepararla para trabajar sin que al hornearla se estropee. La podemos utilizar para adaptarla al grosor que se necesita para la pieza. Además, con ella se pueden hacer diferentes técnicas: degradados, preparación de láminas de arcilla para murrinas… También se le puede aplicar un motor para non tener que hacer tanta fuerza con las manos a la hora de «laminar» la arcilla.
Superficie de trabajo
Así como es necesario un lugar de trabajo bien iluminado, es necesaria una superficie de trabajo apropiada: lisa, plana, sin texturas y no porosa para que la arcilla no se quede pegada (y como consejo, si puede ser blanca, para que puedas ver bien la pieza, mejor). Una baldosa o un cristal son las mejores opciones.
Superficie para hornear
Igual que la superficie para trabajar, es importante elegir bien la superficie sobre la que horneamos. Al principio, yo horneaba en el mismo horno de casa y colocaba las piezas sobre una bandeja con papel de plata, pero he comprobado que el horneado es mucho mejor si cocemos sobre una baldosa o sobre un cristal (aptos para horno y con las mismas características que la superficie de trabajo), ya que no coge ningún tipo de textura la parte trasera de la pieza sobre la que cocemos.
Consejo: si cueces sobre una baldosa o cristal, coloca un papel de horno entre la superficie y la pieza, para que ésta no coja brillos durante el horneado.
Horno
Al principio utilizaba el horno de casa, pero conforme empecé a trabajar más y diferentes técnicas, me di cuenta de que el horno de casa no era la mejor opción. No es tóxico y la comida no se contamina, pero no es lo mejor a nivel de limpieza. Así que en uno de los cursos de Noelia Contreras a los que asistí, me hablaron de un horno que estaba muy bien a nivel de calidad-precio: un horno de convección. Conserva bien la temperatura, pero está de más que te hagas con un termómetro de horno para controlar.
Toallitas de bebé
Muy útiles para la limpieza. Algo que me enseñó mi madre es que si ensuciaba algo luego debía limpiarlo. Y da mucha pereza después de pegarte un buen rato haciendo manualidades tener que recoger, ordenar y limpiar todo, peeeero… es lo que hay que hacer. Hay que mantener el espacio donde trabajamos limpio y ordenado. Y las toallitas de bebé limpian muy bien los restos de herramientas y superficies. Sin embargo, no es la solución más eco-friendly. Como recomienda Ana Belchi, alcohol y una bayeta son otra opción mucho mejor para el medio ambiente y que igualmente deja todo muy limpio.
Cuchillas y bisturí
Indispensables para cortar la arcilla y poder darle la forma que queremos. Las hay flexibles, rígidas, semirígidas, en zig-zag… Mi consejo es tener un bisturí (para cuando hay que cortar «a mano alzada»), una cuchilla rígida y una flexible (si solamente podemos contar con una de las dos, mejor una flexible ya que es más versátil). Y sobre todo, muy bien afilado.
Cortadores de diferentes formas
Muy útiles para dar forma a las piezas. También se pueden utilizar cortadores para galletas (pero si los vas a utilizar para cocinar, asegúrate de haberlos limpiado bien antes de volver a utilizarlos). Para mi, lo esencial es tener un juego de cortadores redondos y cortadores Kemper (redondos y pequeños), si para formas concretas, o bien tienes el cortador de la forma deseada o bien puedes hacerte una plantilla de corte en papel (la puedes plastificar si la quieres reutilizar) colocándola sobre la arcilla para que no se mueva y cortar con el bisturí para tener la forma deseada.
Rodillo acrílico
No es super imprescindible, pero es muy útil para terminar de acondicionar la arcilla, bruñirla y unir capas, aplanar la arcilla en caso de no tener máquina de pasta, alisar superficies (ej.: trabajando con murrinas)…
Extrusora
No es fundamental, pero puede resultar muy útil más allá de poder utilizar las boquillas para montar diferentes tipos de murrina. Se pueden hacer tubos (o “churros”) con diferentes formas e incluso huecos por dentro para que sean más livianos.
Espátula, buriles y punzones
Viene muy bien tenerlos a mano, para darle forma a alguna pieza, bruñir o perfeccionar el contorno. La espátula, es como un buril plano, que nos vendrá estupendamente para bruñir la arcilla cruda. Los buriles, vienen muy bien si vas a trabajar con miniaturas (ej: para el agujero de los donuts de las miniaturas dulces) y el punzón para poder hacer agujeros en las piezas que quieres colgar (cadenas, pendientes…)
Texturas
No son necesarias, pero tener a mano al menos una textura es muy útil por ejemplo para hacer la parte trasera de tu pieza. Además, poco a poco descubrirás que una textura puede ser prácticamente cualquier cosa.
La que más utilizo yo es un filtro, que para las partes traseras es una de las más «socorridas». Pero hay texturas muy bonitas (Lisa Pavelka, Helen Breil, Mathilde Colas,…) y con formas muy originales que puedes utilizar para crear la propia pieza (no solo para la parte trasera) o incluso para utilizar también como sello.
Lijas al agua y pulidora
Son imprescindibles en nuestra caja de herramientas si queremos perfeccionar el acabado de las piezas, para que queden uniformes, lisas y con brillo.
Se comienza por las lijas más gruesas y conforme se va lijando la superficie y quitando imperfecciones, utilizamos lijas de grano más fino. En un momento inicial utilizaremos lijas al agua (de grano 400 si no hace falta lijar mucho, si hay mucho trabajo de lija, mejor empezar por un grano 240 para quitar imperfecciones con mayor facilidad).
Si queremos que la superficie quede mate, con esto bastaría. Si deseamos que la pieza tenga un acabado más satinado o más brillante, deberíamos pasar por las lijas de tela Micromesh (muy finas pero dejan un acabado muy bonito).
Y, si queremos una pieza realmente brillante, utilizaremos una pulidora (con una Dremel o herramienta multiusos similar) y una «boina» de pulido (o el cabezal multiusos con trocitos de fieltro) será suficiente para coseguir el brillo que deseamos.
Barniz o resina
Personalmente, me gusta más el brillo que puede conseguir la pieza si se lija y se pule bien que el brillo del barniz que, a veces, queda más artificial. Pero es cierto que para según que piezas y técnicas, es mejor utilizar un barniz protector que, solo puliendo, no se consigue.
Set de sellos y tintas al agua
Solo necesarios si quieres realizar la técnica de sellos y tintas, que es muy vistosa. Utilizando tinta al agua de diferentes colores y sellos (de todo tipo: caucho, de silicona…). También puedes utilizar watermark y polvos de embossing en diferentes colores y con una pistola de calor para dar un acabado diferente a la técnica.
Polvos de mica
Para dar un toque metalizado a la pieza entera o a partes de la misma. Los polvos de mica son la base de las arcillas metalizadas, pero al poder aplicarlos en polvo, controlamos más la intensidad y el efecto de los mimos. Muy útiles para dar sensación de diferentes profundidades a la pieza, de la misma manera que ocurre con la técnica de «mica shift».
Silk screens
Solo los necesitarás si deseas realizar esta técnica (en mi caso la aprendí de Noelia Contreras). A través de unas plantillas (screeners) serás capaz de pintar el dibujo de la plantilla (con pintura acrílica) sobre la lámina de la arcilla y después, cortar la pieza con la forma y tamaño que quieras. Es bueno darle una capa protectora (con barniz o resina) a la pieza para que no se vaya la pintura.
Pintura acrílica
No es muy necesaria, pero resulta útil tener varios colores (los básicos por ejemplo) de pintura acrílica en nuestro taller por si queremos dar un acabado diferente a una pieza o por si la técnica que quieres realizar necesita utilizar pintura acrílica (ej: los silk screen)
Pegamento
Más allá de que podemos utilizar la arcilla líquida como un pegamento, es imprescindible contar entre los materiales principales un buen pegamento. El pegamento de cianocrilato tipo “Loctite” (o mejor aún, Locite gel), son muy útiles. Pegan cualquier superficie y son instantáneos. Cuando se trata de superficies muy diferentes (ej: arcilla y metal), es mejor utilizar un pegamento bicomponente tipo epoxi. No seca tan rápido, pero la unión es más sólida.
Imperdibles, caucho, cadenas, alambre y cierres
Solo necesarios según el tipo de piezas que realices. Evidentemente, son imprescindibles cuando lo que quieres es realizar piezas de bisutería: colgantes, broches, pulseras… Asimismo, necesitarás alicates pequeños (de joyería) para poder manipular bien cadenas, alambres… También resulta muy útil un pequeño taladro (de mano) con brocas finas para realizar agujeros sobre piezas ya horneadas. Si por el contrario, te dedicas a realizar figuritas decorativas, no necesitarás estos elementos.
Cuaderno de tutoriales
No se trata de una herramienta o material necesario. Pero tener a mano los apuntes de las piezas que has realizado, de los cursos que has hecho… viene muy bien. También depende de la memoria que cada uno tenga. A mi, además de por la memoria, me gusta tener agrupadas todas las técnicas y pruebas realizadas, porque si lo quiero repetir en otra ocasión, siempre tengo un lugar donde consultar. Si le puedes añadir fotos, dibujos o vídeos, aún mejor.
Como veis, hay un montón de materiales y herramientas para arcilla polimérica, pero como ya he ido comentando, no todas son necesarias, todo depende de la técnica que quieras realizar y el nivel de uso que hagas. En mi caso, por ejemplo, si solo pudiese elegir dos herramientas, tengo claro cuáles elegiría: la máquina de pasta y las cuchillas (teniendo claro que hay que contar con un horno).